En el año 711, la historia de la Península Ibérica cambió para siempre con la llegada de las tropas musulmanas lideradas por Tariq ibn Ziyad. Este gobernador bereber, bajo la autoridad del Califato Omeya de Damasco, cruzó el Estrecho de Gibraltar y dio inicio a la conquista musulmana que daría origen a Al-Ándalus. Este periodo histórico no solo transformó la región, sino que dejó un legado cultural y arquitectónico visible hoy en lugares como la Alcazaba de Málaga.
La Conquista Musulmana de la Península Ibérica
La conquista comenzó aprovechando una crisis interna en el Reino Visigodo. Tras la muerte del rey Witiza en 710, el conflicto sucesorio entre sus seguidores y los de Rodrigo, proclamado rey, debilitó el reino. Según las crónicas, el conde Julián, gobernador de Ceuta, solicitó ayuda a los musulmanes para derrocar a Rodrigo. Tariq ibn Ziyad desembarcó en Gibraltar con un ejército de unos 7.000 hombres, compuesto principalmente por bereberes islamizados y algunos árabes en los mandos. Reforzado más tarde por Mussa ibn Nusayr, su avance fue imparable.
La batalla de Guadalete y el colapso visigodo
El punto de inflexión llegó en julio de 711 con la batalla de Guadalete. En este enfrentamiento, Rodrigo fue derrotado y, según fuentes históricas, murió en circunstancias poco claras. La falta de liderazgo visigodo permitió a los musulmanes avanzar rápidamente, conquistando ciudades clave como Córdoba, Toledo y Sevilla. En menos de diez años, para 718, gran parte de la Península Ibérica estaba bajo control musulmán, marcando el nacimiento de Al-Ándalus.

Resistencia en el norte: El germen de la Reconquista
A pesar del dominio musulmán, el norte peninsular, con su relieve montañoso y comunidades locales independientes, se convirtió en un bastión de resistencia cristiana. Lugares como Asturias y los Pirineos vieron surgir los primeros núcleos de oposición, liderados por figuras como Pelayo. ¿Por qué resistió el norte? Aquí exploramos las principales tesis históricas:
- Tesis geográfica: Las montañas de Asturias y los Pirineos dificultaron el control musulmán, favoreciendo tácticas de guerrilla.
- Tesis política: Nobleza visigoda, como Pelayo, reorganizó la resistencia desde el norte.
- Tesis socioeconómica: Comunidades rurales autónomas evitaron la sumisión al sistema feudal musulmán del sur.
- Tesis religiosa: La lucha por restaurar el cristianismo dio un carácter sagrado a la resistencia.
- Tesis del desinterés musulmán: El norte, con pocos recursos, no era prioritario para Al-Ándalus.
- Tesis del apoyo franco: La Marca Hispánica, impulsada por Carlomagno, fortaleció la resistencia pirenaica.
Este proceso sentó las bases de la Reconquista, un capítulo esencial para entender la historia de España y monumentos como la Alcazaba de Málaga, reflejo del esplendor de Al-Ándalus. Para aprender más sobre la conquista musulmana de la Península Ibérica puedes contratar uno de nuestros tours guiados en la Alcazaba de Málaga.